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16 octubre, 2015Crea días de 26 horas con esta simple estrategia
Los emprendedores son una raza bien intencionada, pero tienen un problema.
Muchos de ellos expresan problemas con el manejo del tiempo. Algunos dicen que duermen menos para ganar tiempo productivo. Otros dicen que simplemente no hay horas suficiente en el día por lo que dejan de hacer ejercicio y trabajan durante la comida para poder terminar todo.
Para los emprendedores, la ley de rendimientos decrecientes se refiere al punto en donde la ganancia es menor que la cantidad de energía invertida. Si lo ves desde este punto, sacrificar tiempo personal y poner los negocios por encima de nuestra salud, lo único que lograr es dañar a todos alrededor. Es un punto ciego muy peligroso.
Velo de esta manera: Si un atleta entra un juego sin un plan, está mal descansado y mal alimentado ¿Tiene alguna oportunidad de ganar? Ahora cambia la palabra atleta por emprendedor y la palabra juego por semana.
Muy a menudo, cuando no somos tan exitosos como nos gustaría ser, no es porque no estamos haciendo suficiente, es porque estamos haciendo demasiado de las cosas malas. Hay 24 horas en un día y 168 horas en una semana. O estás invirtiendo en ese tiempo o lo estás mal gastando. Invierte en el y sentirás que tienes 26 horas, desperdícialo y se sentirán como mucho menos de 24. Muchas personas explotan sus semanas sin un plan de juego y después se preguntan porque se sienten cansados o que no han logrado suficiente.
Debes de planear tu semana con anticipación y programar como invertirás tus 168 horas. Cada noche necesitas un plan de como invertirás las siguientes 24 horas. Si ejecutas estos tips, seguramente serás más productivo y comenzarás a trabajar de manera más inteligente y no dura.
Comienza haciendo una lista de todas las tareas usuales que suceden en una semana laboral normal y después ponles un horario. Un pequeña lista de actividades no negociables debe de aparecer primero (recuperación, ejercicio, nutrición, tiempo con familia, etc.) Después resta cada una de las tareas y compromisos junto con sus tiempos correspondientes de las 24 horas de tu día. Aquí hay un ejemplo:
- 8 horas de recuperación (Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días)
- 1.5 horas de nutrición
- 1 hora de junta con los amigos o familia
- 1 hora de junta con la pareja
- 9 horas de trabajo
- 30 minutos de ejercicio o meditación
- 50 minutos de transporte
- 30 minutos de desarrollo personal (Leer o estudiar)
- Total: 22 horas y 20 minutos
Este plan te da casi 2 horas adicionales para trabajar. Atiende que tu eres tu cliente más importante. Programa juntas no negociables contigo mismo para la prioridad más grande de tu vida, ya que es la que mueve todas las demás: la recuperación. En otras palabras, comer y dormir bien.
Investigaciones indican que nuestro mejor rendimiento es cuando dormimos mínimo 8 horas. Prefiero llamarle recuperación. Dormir suena ambiguo y parece un lujo, no una necesidad para un rendimiento óptimo. Comer es otra forma de recuperación. Programar un tercio de tus 24 horas para dormir y recuperarte te permitirá invertir las otras 16 a la parte activa de tu vida.
Normalizar tus horas no negociables es una herramienta de productividad muy importante porque hay un tremendo poder en tener rutinas. Pregúntale a cualquier atleta y te dirá que le quita la emoción a la ejecución.
Como ejecutar tu estrategia de 26 horas
- Programa 8 horas de recuperación en tu calendario antes de programar cualquier otra cosa.
- Programa 1.5 a 2 horas de nutrición (comer) en tu calendario antes de programar cualquier otra cosa.
- Programa puntos de referencia desde el minuto que te despiertas hasta que te vayas al trabajo. Por ejemplo: despertarte, hacer ejercicio, darse un baño y vestirse, transporte.
- Haz una lista de todas las actividades y eventos que generalmente tienes que hacer (o deberías de hacer).
- Después, programa tus días de trabajo en bloques de 4. Se tan preciso como puedas en bloques de 15 minutos. Tu segmento final del día debe de ser programar tu día siguiente.
- Programa puntos de referencia desde el minuto que salgas de la oficina hasta que te vayas a dormir. Por ejemplo: transporte, tiempo con los niños o recreaciones, preparar la cena, cenar, recreación después de la cena, tiempo con la esposa, dormí.
La diferencia entre alcanzar tus objetivos y que alguien más pueda alcanzar los suyos no es el dinero, lugar, talento o conexiones, es la inversión de tiempo. El campo de juego está nivelado porque a todos se nos dan las mismas 168 horas a la semana y 24 horas al día.
Tu ventaja competitiva debe de ser como las usas.
Fuente: Entrepreneur